Torta de crema de caramelo e higos

Hace muchísimo tiempo que tenía ganas de hacer esta tarta. La vi hace unos cuantos meses en el blog "Divino Macaron" si no lo conocéis, no os lo perdáis, es de los más bonitos que he visto, me tiene enamorada. Claro que para hacerla debía de empezar por lo básico, comprar un molde especial, una fuente para servirlo que no desmereciese y todo eso... lleva tiempo.
En verano en mi viaje a Francia, llevada por mi última locura de buscar vintage a bajo coste y estética impresionante (ambas cosas difíciles de simultanear) me encontré en un mercadillo de antiguedades la fuente que veis ¿a qué es una monada? No fue fácil regatear al señor del mercadillo, sobre todo porque yo casi no hablo en francés y el señor no tenía ni idea de castellano, pero yo no me desanimo facilmente y me la lleve por veinte eurazos que teniendo en cuenta que me pedía 45, fue todo un logro, salí del mercadillo que casi volaba de lo contenta que me fui con la gran compra. Lo tengo entre mis trofeos más preciados. Bien, sólo me faltaba el molde y lo compré hace unos tres meses. Ya lo tenía todo, ahora me faltaba un motivo digno con el que celebrar la elaboración de una tarta tan preciosa, porque a mí me parece una locura de divina, aunque claro que me podía haber quedado mejor, siempre se puede mejorar todo..
Pues como todo en la vida, el motivo también llegó. Como algun@s de vosotr@s sabéis estas últimas semanas estuve haciendo una serie de pruebas médicas que me tocan una vez al año. Son pruebas desagradables y a priori siempre me dan cierta preocupación. Pues todo ha salido redondo, las pruebas resultaron perfectas y ayer que era el día en el que se las debía de llevar a mi doctora, a mayores llegó mi hijo Ale desde Ibiza en visita sorpresa. ¿Tenía o no motivo para hacer mi tarta tanto tiempo planeada? y nada, que a ello me puse y mi casa fue una fiesta sin que fuese domingo, ni navidad, ni cumpleaños de nadie, nosotros teníamos mucho que celebrar y por todo lo alto.
La receta...

Ingredientes  (para un molde de 18 cm. de diámetro por 7 cm. de alto)

Bizcocho
- 200 gr. de harina de repostería
- 200 gr. de azúcar
- 1 yogur natural
- 100 gr. de aceite de girasol
- 4 huevos
- Levadura de repostería
- Ralladura de limón
Para la crema de caramelo
- 500 ml. de nata (35% de materia grasa)
- 2 cucharadas soperas colmadas de azúcar glas.
- 2 cucharadas soperas  de dulce de leche
- 3 hojas de gelatina
Para la salsa de caramelo
- 6 cucharadas soperas de dulce de leche
- 100 ml. de agua

- 3/4 kg. de higos frescos.

Elaboración

Bizcocho
- Encendemos el horno a 180º para que vaya calentando.
- Separamos las claras de las yemas, las montamos a punto de nieve y reservamos.
- Batimos las yemas con el azúcar hasta que hayan blanqueado.
- Añadimos el yogur y el aceite de girasol y seguimos mezclando hasta que esté bien integrado.
- Incorporamos poco a poco la harina tamizada con la levadura de respostería.
- Por último agregamos las claras a punto de nieve y las incorporamos con movimientos envolventes para mantener el aire en la masa y conseguir una textura esponjosa.
- Agregamos la ralladura de limón y volcamos en el molde enmantecado.
- Horneamos durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta, ésta salga limpia (señal de que nuestro bizcocho está perfectamente cocido.
- Retiramos del horno, dejamos reposar diez minutos en el propio molde y lo volcamos sobre una rejilla para que termine de enfriar.
Crema de caramelo
- Hidratamos la gelatina en una taza de agua durante cinco minutos. Calentamos 3 cucharadas de agua y disolvemos la gelatina en ella. Dejamos enfríar y reservamos.
- Comenzamos a batir la nata (debe de estar muy fría).
- Cuando vaya teniendo consistencia, agregamos el azúcar.
- Seguimos batiendo y poco a poco vamos agregando el dulce de leche. Ojo, muy poquito a poco para que la nata no se nos corte.
- Seguimos batiendo y añadimos la gelatina disuelta.
- Continuamos batiendo hasta conseguir el punto de chantilly.
Salsa de caramelo
- Ponemos en una olla el agua a calentar y añadimos el dulce de leche revolviendo constantemente hasta lograr una salsa semilíquida.
Montaje
Cortamos el bizcocho por la mitad,  cubrimos con la mitad de la crema de caramelo y la mitad de los higos partidos por la mitad.
Cubrimos la parte superior con el resto de la crema, vertemos caprichosamente parte de la salsa de caramelo y colocamos el resto de los higos.
Acompañamos con el resto de la salsa de caramelo en salsera.

Me encantó comprobar como la gelatina le da una textura buenísima a la nata montada, queda divina y no se desmorona en absoluto.
No es necesario emborrachar el bizcocho porque ya de por si su textura es húmeda y con la crema y los higos resulta perfecto.

A veces hay elaboraciones que son muy bonitas pero el sabor no acompaña y viceversa, en este caso se unen ambas cosas, es una delicia muy vistosa.

Espero que os haya gustado!!

(Ver trucos para un bizcocho PERFECTO, pinchando AQUÍ)